Mi Opinión

13 mayo, 2008

Un nuevo gobierno corporativo para Codelco


"...no se entiende la pasividad del Gobierno a la hora de impulsar, con las urgencias pertinentes, el proyecto de ley que otorgará esta nueva estructura jurídica a nuestra principal empresa...".

Codelco es la principal empresa de Chile. Sus excedentes alcanzaron, el año pasado, ocho mil 451 millones de dólares, lo que constituye la cuarta parte del presupuesto nacional, lo que permite financiar de manera significativa el desarrollo del país. Además es líder, a nivel mundial, de la industria del cobre y, dada esa condición, es la única empresa chilena con presencia en el concierto internacional de la industria minera.

Si bien es cierto éstos son hechos conocidos y asentados en cifras incuestionables, a veces pareciera que olvidáramos esta realidad y no le damos la importancia que Codelco tiene para los chilenos.

Hace unos pocos días, algunos de los trabajadores subcontratistas de esa empresa mediante diversos actos de violencia (algunos dirigidos en contra de sus propios colegas y trabajadores de planta de Codelco) paralizaron las faenas, con lo que provocaron millonarias pérdidas.

Por otra parte, en este momento el precio del cobre, como el de otros commodities, alcanza valores históricos. De hecho, el presupuesto de la nación para 2008 está estructurado sobre la base de un precio estimado de 2,50 dólares, mientras que la cotización promedio del metal en el primer trimestre de este año se empina por sobre los 3,50 dólares.

Este hecho es uno de los principales alicientes para que las empresas mineras tomen audaces decisiones de inversión; sea aumentando producción, sea adquiriendo a empresas competidoras.

Parece claro que Codelco debe seguir este ejemplo, con lo que se consigue un doble objetivo: una mayor cantidad de cobre se venderá a estos precios favorables y, asimismo, la mayor producción redundará en una baja en los costos. Esto último se debe a que la estructura de costos en la industria minera está constituida de manera significativa por los costos fijos.

Sin embargo, para concretar cualquiera de estas soluciones se debe actuar de manera ágil, moderna y competitiva, lo que implica tener una organización acorde con estas condiciones. Valgan algunos ejemplos.

La brasileña Vale y la angloaustraliana BHP Billiton han centrado la atención de la prensa especializada en minería en los últimos meses. Ambas han ido aumentando significativamente su relevancia en el mercado del cobre y, ahora, están en operaciones para adquirir a Xstrata y Rio Tinto, respectivamente. Las sumas involucradas en estas operaciones se acercan -e incluso superan en el caso de BHP- el Producto Geográfico Bruto de Chile. Para hacerse una idea, la oferta de BHP por Rio Tinto ya se empina por sobre 173 mil millones de dólares.

Codelco en cambio debe lidiar día a día con una estructura corporativa anticuada y limitante.

El estatuto orgánico de Codelco fue estructurado hace 30 años, en condiciones políticas, sociales y de mercado muy distintas a las actuales, y sólo ha sido reformado una vez desde el retorno de la democracia, en 1990.

El actual presidente ejecutivo de Codelco, José Pablo Arellano, planteó al asumir su cargo la necesidad de modernizar el estatuto legal de la empresa. El Gobierno envió un proyecto de ley con ese propósito a principios de 2007. Esa modernización no sólo puede ser el objetivo del presidente ejecutivo de la empresa, sino también una obligación del Ejecutivo en su conjunto.

Una comisión investigadora de la Cámara de Diputados entregó, hace pocos días, su diagnóstico sobre el estado actual de Codelco. Los diputados, representantes de todo el espectro político, concluyeron por unanimidad que Codelco debe ser tratada como una empresa y no como un servicio público, lo que exige ajustar la arquitectura jurídica de la misma, ya que no puede pedírsele competitividad -al ritmo que las actuales circunstancias del mercado minero exigen- a una empresa atada a una legislación anticuada, que ni siquiera reconoce en los hechos el carácter de empresa de Codelco.

Es de todo punto de vista evidente que la estructura de gobierno corporativo actual de la empresa la limita frente a sus competidores a nivel internacional, le impide implementar una orientación comercial estratégica y la somete a controles repetitivos.

Los chilenos tenemos la obligación de buscar la forma de transformar a Codelco en una empresa competitiva en los mercados globales.

Así las cosas, no se entiende la pasividad del Gobierno a la hora de impulsar, con las urgencias pertinentes, el proyecto de ley que otorgará esta nueva estructura jurídica a nuestra principal empresa.

08 mayo, 2008

"Josefine y Yo" de Hans Magnus Enzensberger


He tenido la gran fortuna que llegara a mis manos “Josefine y Yo” de Enzensberger, y venciendo el pudor de escribir algo, sobre alguien que escribe tan notablemente, me atrevo a recomendar su lectura.

Se trata de una muy sencilla historia, cuyo elemento central está construido sobre un diálogo –una sola vez a la semana durante algo menos de un año- entre un joven economista que transita en el comienzo de la tercera década y una mujer grande de cerca de 80 años, ex cantante lírica.

Del encuentro casual surge una conversación profunda, en que el lector termina participando, pues se funda en la cultura de hoy, de aquí y de allá, donde las antiguas fronteras parecen haber desaparecido para siempre.

De hoy para Joaquín (el economista), para los lectores, de ayer para Josefine y su fiel amiga, quienes a partir de un pasado, de claros y obscuros –acaso como el de todos- son capaces, con dureza e ironía profunda y delicada, de destruir lo perfecto y la complacencia con que solemos ver el presente que vivimos.

Josefine y Yo permite pensar, reír, mirar hacia atrás, intentar despejar las nubes del hoy, del porvenir, ayuda en esencia a no construir certezas, donde categóricamente no las hay.

Allí está; su lectura y comprensión, se concretan en una forma inteligente de mirar nuestra cultura.


Como alguien dijo, “envidio a los que aún no la leen”.