Mi Opinión

26 diciembre, 2008

Declaración de Patrimonio

Como era previsible resurge el tema de la transparencia en la agenda pública.

En esta ocasión el detonante es una declaración de un allegado principal del candidato de la alianza, quien pretende señalar que los pendientes en esta materia están en la otra vereda y su candidato nada tiene que aclarar en materia de transparencia.

Centra su declaración en el hecho de encontrar insuficiente la declaración de patrimonio que el Senador Frei realiza conforme a la ley.

Un poco de historia al respecto no hace nada de mal, si es que de una vez y por todas queremos discutir el tema en serio, y no como una cuestión que surge y desaparece. Fue durante el gobierno del Presidente E. Freí R. T, cuando se tramita y dicta la ley 19.653, sobre probidad, que incorporó como norma obligatoria la declaración de intereses. El proyecto original contemplaba también una declaración de patrimonio, respecto de ella no hubo acuerdo, y la ley en definitiva no la creó. Solo mediante la ley 20.088 dictada recién el 2006, se convirtió en obligatoria la declaración de patrimonio. Me correspondió participar en la discusión de esta última norma y soy testigo directo de su largo y farragoso trámite (la envió el Presidente Lagos en el 2004). Los parlamentarios de la alianza en general se oponían a este tipo de declaración. Aún recuerdo que uno en particular llegó a sostener que esta declaración ayudaría a instalar en Chile la industria del secuestro. Luego de muchas concesiones y negociaciones la declaración de patrimonio se incorporó de manera deslavada y pobre. A no dudarlo es indispensable mejorar el tipo de declaración de patrimonio que hacen las autoridades públicas, mi experiencia personal me permite señalar que es perfectamente posible hacerla mucha más completa y rigurosa.

Pero las cosas en su lugar, son los parlamentarios de derecha los que deben estar dispuestos a mejorar una norma, que históricamente no les ha gustado. Fue el Senador Freí, quien tuvo el mérito de poner en debate este tema, en 1999.

Particularmente hoy, si la pretensión de los allegados a Piñera, es que el mejor antídoto para las incompatibilidades es una muy buena declaración pública de patrimonio – lo que por cierto no es suficiente -, es el momento de pasar de la retórica a la acción. Así por ejemplo despachen de una vez y por todo del Senado la reforma constitucional que hace definitivamente pública la declaración de patrimonio, la reforma duerme hace más de 6 meses en el Senado.

Aprovechemos la tramitación de la ley de mandato especial (conocido como fideicomiso ciego) para mejorar las normas sobre patrimonio, y pongámonos de acuerdo allí sobre la obligación de mandato de administración, desde luego bajando el excesivo monto patrimonial que la hace obligatoria (20 millones de dólares) busquemos fórmulas para solucionar situaciones en que ni la declaración, ni el mandato, son suficientes para evitar el conflicto de interés. Que con esta esencial materia para hacer menos opaca la relación política y dinero, no pase lo que ha ocurrido con el lobby, hace casi 8 años con la Diputada Tohá presentamos una moción, por angas o por mangas, aún no hay ley, y los lobbistas siguen haciendo lo que se les da la gana.