DIOS ES REDONDO
Descuide, no se trata de un acto de irrespeto de un Diputado cancerbero de la denominada "Agenda valórica", ni tampoco de un acto de locura temporal de un parlamentario requerido para firmar en la autodenominada "Bancada por la vida", que no firmó, porque puso una leve condición probatoria de la buena fe de los autores principales, la inclusión del reproche a la pena de muerte, y por cierto nunca más supo de la invitación.
No es ni más ni menos que el titulo de un libro cuya lectura termino recién. Juan Villoro, novelista mexicano, tituló así un libro sobre fútbol apto para fanáticos y también para ateos descreídos.
Entretenido, curioso, bien informado, a partir de una de las actividades humanas que más convocatoria provocan, el autor nos entrega una visión distinta, humana, que vincula al deporte rey con la sociedad en que nos desempeñamos.
Algo hastiado de tanto lugar común, de tanta frase rimbombante, de tanta perdida de perspectiva, que por estos días campea en la política nacional, me refugio en la lectura.
Por cierto, sin olvidar que lo central de mi función está en legislar, me apronto entonces para trabajar en la denominada agenda de probidad, tarea a mi juicio prioritaria en los próximos meses. Buena cosa que el gobierno designe un gerente encargado de la agenda, digamos que los Ministros están muy recargados de costura.
A trabajar entonces, yo si buscaré un nuevo libro para evitar creer que el mundo terminó en las páginas políticas de los diarios o en los noticieros de la televisión.