Mi Opinión

24 agosto, 2010

Nuevos Recursos para Transantiago

Frente a la posibilidad, por cierto bienvenida, que los actores políticos llegasen a un acuerdo que permita asegurar los votos aprobatorios para el o los proyectos de leyes que mejoren sustancialmente nuestro sistema publico de transporte “Transantiago” parece indispensable fijar ciertas condiciones esenciales correctoras de fondo;

1.- El Transantiago tiene problemas estructurales que de no corregirse, requerirán permanentemente enormes sumas de dinero para cerrar la brecha entre ingresos y gastos.

2.- Hay que establecer, contractualmente, que se pagará por pasajero transportado y no por bus kilómetro. Esto significa que el Estado no asume el riesgo por la evasión, que según “Informe Especial” de TVN llega en la periferia a superar al 50%. El sistema de buses amarillos anterior al Transantiago funcionaba 100% por pasajero transportado, con lo cual el riesgo se radica en el operador. El otorgar más recursos sino se controla la evasión significa premiar al que no paga en desmedro de todos los ciudadanos.

3.- Es indispensable contar con un sistema de control de flota (GPS) que permita administrar las frecuencias y la ubicación espacial de cada bus. Desde que se inició Transantiago el sistema no ha contado con esta herramienta, esto significa operar el sistema a ciegas, derrochando recursos a manos llenas, ya que para evitar reclamos de los usuarios se opta por aumentar indiscriminadamente la cantidad de buses en la calle.

4.- El tipo de bus oruga tiene varias falencias, desde el punto de vista de la evasión, al tener tres puertas y no contar con zonas pagas el conductor no tiene posibilidad alguna de efectuar control de evasión, esto unido a que los incentivos están mal colocados ya que tanto el conductor como el operador no dependen de que la gente pague su pasaje para cobrar por el servicio que prestan, el pago queda radicado en la honradez o voluntad del usuario el hacerlo. Los buses, dada la topografía de la ciudad no cuentan con las condiciones mínimas que les permitan operar y mantener en el tiempo la vida útil de diseño, no hay pistas de rodado aceptables, la configuración de las calles desgasta en exceso las articulaciones, por lo que la vida útil se reducirá en varios años, hoy la tasa de falla es muy superior a la de diseño. Interiormente cuenta con una configuración inconfortable para los usuarios.

5.- El sistema requiere de múltiples transbordos hasta hoy, salvo la Cisterna, no cuenta con estaciones Intermodales o estaciones de transferencia bus a bus, lo que implica que la gente debe cambiar de un bus a otro caminando de un paradero a otro con la consiguiente incomodidad.

6.- La velocidad comercial depende en medida importante de que el sistema cuente con las vías exclusivas y vías segregadas, zonas pagas para acortar el tiempo de detención del bus y otras facilidades para los usuarios hasta hoy todo o no existe o es de una precariedad enorme.

7.- Los reclamos por las mallas de recorrido han bajado, esto no se produce por haber llegado a una red capilar adecuada, sino por aburrimiento de la gente al constatar que sus reclamos no conducen a nada.

En otras palabras hay que evitar la resignación ante la inoperancia. No podemos permitir que los proyectos que aprobemos no resuelvan los temas de fondo, y dejemos una vez más cuestiones pendientes.